LA AUTOESTIMA

LA AUTOESTIMA DE LA MUJER




Salmo 139:1-13

Quiero comenzar haciendo una declaración que estoy segura que nos va a levantar el ánimo: Dios te ama y te acepta como eres ahora, pero él desea que el potencial que ha depositado en ti, florezca día a día.

La autoestima Podríamos definirla como la forma en que las personas se sienten con respecto a sí mismas y como se valoran. 

La autoestima se basa en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que tenemos a lo largo de nuestra vida. Desde muy temprana edad, consciente o inconscientemente, empezamos a formarnos un concepto de nosotros mismos el cual es tremendamente influenciado por la manera como nos ven y nos aceptan o rechazan las personas que nos rodean, principalmente, nuestros padres, hermanos, otros familiares, maestros, compañeros y amigos.

La forma en que una mujer se siente con respecto a la aceptación y respeto de sí misma afecta directamente todos los aspectos de su vida, desde su desempeño en el trabajo, como esposa, como madre, como hija y socialmente. La mayoría de problemas emocionales tales como temores, angustias, depresión, complejos, soledad, culpabilidad, adicciones, rendimiento intelectual, etc., que enfrentan las mujeres de todas las edades, están casi siempre relacionados con la identidad y una baja auto estima.

Además de la influencia en nuestra vida de lo que dicen los demás de nosotras, vivimos en un medio en el que los anuncios publicitarios, las películas, los programas de televisión nos envían mensajes de estándares y parámetros que “son necesarios” para ser una persona de “éxito” y equivocadamente muchas mujeres los escuchan, los creen y miden su valor e identidad en la medida que puedan alcanzar tales fantasías. Algunas de estas mentiras que nos bombardean constantemente pueden ser:

La apariencia, por la que gran cantidad de mujeres tienen su identidad basada en su apariencia y como se sienten respecto a ella e invierten cualquier cantidad de tiempo y dinero en gimnasios, ropa y todo lo relacionado con el arreglo personal. Realización o logros obtenidos: Otras mujeres fundamentan su valor sobre las obras que realizan lo que implica que solamente tienen valor de acuerdo a sus acciones las cuales no tienen que ver necesariamente con la integridad y el carácter.

Claro, nuestros logros sí pueden decir algo de nosotros pero no son totalmente representativos de quienes somos ni cuanto valemos. Las posesiones tales como casa, carros, ropa de marca etc., son otro aspecto que también influye en la auto valorización de una persona.

Éstas y muchas mentiras mas son el mensaje de nuestra sociedad: Solo eres una persona respetable y de valor si vives en una gran casa, tienes éxito profesional y financiero, tienes un carro fino último modelo, ropa de marca etc. y lo más triste de este mensaje es cuando las mujeres lo creen y aceptan que solo valen si son bellas, si usan productos de las mejores marcas, si han tenido éxito en lo que hacen o han sido prósperas financieramente.

Sin embargo, ya sea a consecuencia de palabras de rechazo o condenación que hayan influido en nuestra propia valorización, o sea por el mensaje y los parámetros que nos ha impuesto la sociedad para ser una persona de valor, es importante saber que en ningún momento esta es una base firme para edificar nuestra autoestima. El único fundamento valedero para levantar nuestra autoestima y que define nuestra identidad procede de nuestro hacedor y no de lo que hacemos: Dios mismo.

Lo que más debe importarnos es como nos ve Dios, lo que El piensa de nosotras y lo inmenso de su amor y misericordia. Con sus propias manos nos ha creado y formado. Salmo 139:13 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.” Además, todos hemos sido formados con un propósito divino: Salmo 139:16 “Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.” Y tenemos tanto valor para El que fuimos comprados por la sangre de su hijo. Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” El nos ha dado una identidad como hijos suyos: Salmo 100:3 “Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.”

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